Jamás digas que de esta agua no beberé o, como decía el castizo, este cura no es mi padre.
Hace unos meses yo juraba ante unos amigos que jamás me compraría un libro electrónico, que el tacto del papel, ese sentimiento de complicidad que se tiene con el libro, se esfuma ante la frialdad de las nuevas tecnologías.
Hoy buscaba un libro en mi biblioteca y no he sido capaz de localizarlo, tanto libro ocupa además de los estantes otros muchos huecos de la casa… hasta debajo de la cama tengo libros.
Hoy he decidido comprar un libro electrónico, es más barato, no ocupa espacio y además sabes siempre dónde está.
