Tolosa.1200

En el juego de la vida no sabemos las reglas ni las variables.

Si pensamos que hay solo 3 variables: salud, dinero y amor y que solo pueden tener 2 valores, sí o no, el juego es sencillo, y se puede asimilar a las «tres en raya», un juego que examinándolo profundamente debería quedar en empate si los contendientes no cometieran fallos. En realidad sería ya bastante más complejo porque hemos metido tres variables distintas en lugar de tres fichas iguales.

Pero la vida es algo más compleja y, aunque sea realmente menos de lo que la hacemos, intervienen bastantes más variables que pueden tener además diversos valores, y así el juego de la vida se asemeja más al juego del ajedrez, donde con solo 64 escaques y 16 piezas de 6 tipos diferentes por bando, las combinaciones posibles son casi infinitas.