Siempre había pensado que todos los cementerios eran grises, tristes y dolientes. Pero no es así, hay cementerios, por lo menos uno, colorido, alegre y rubicundo, donde cada tumba compite con la vecina por mostrar un rostro más alegre. Las hay azul cielo, verde esperanza, rojo pasión o amarillo caribeño. Yo quiero que me entierren ahí, en una bicolor: azul y blanco. Los colores de mi trianera preferida.