Cada vez que paso por esta esquina de nuestra aldea me recuerda a la proa de una nave pétrea y, entonces, mi imaginación echa a volar hasta llegar a la tierra de mis ancestros, la llamada Costa da Morte, donde existe una legendaria tradición de barcos de piedra.
Ya los clásicos griegos ubicaron en aquellas aguas el Hades, su infierno, donde Caronte utilizaba una embarcación de piedra. Hasta aquella costa, eso afirman las leyendas, llego la Virgen Maria para apoyar a Santiago en su misión de evangelizar a la población hereje de aquella costa; Hoy en Muxia siguen siendo muy devotos de aquel la Virgen de la Barca, obviamente de piedra.
En Padrón, la antigua Iria Flavia, dicen, y la exponen en su iglesia, que atesoran la piedra en la que llegó navegando Santiago el Mayor. No te quiero cansar no historias ya pasadas, pero esta esquina tiene una atracción especial para mí y hoy la quiero compartir contigo,