El mes de septiembre es un período de transición en el que las personas se preparan para la vuelta a la normalidad, una vez terminado el espejismo de julio y agosto. Es un momento de emociones encontradas, pero también de oportunidades y de comienzo de nuevos proyectos.
También, conforme avanzamos por sus días, el clima comienza a cambiar gradualmente, marcando la transición del verano al otoño. Los días se vuelven más cortos, las temperaturas descienden y los árboles comienzan a mostrar los primeros signos de cambio de color en sus hojas. Es un momento perfecto para disfrutar de actividades al aire libre antes de que el clima se vuelva más frío y las hojas caigan por completo. En resumen, una época para seguir viviendo, aunque de una manera más pausada y tranquila.