Hace unos días fui a vacunarme contra la gripe. Mientras aguardaba sentado a que la enfermera me llamara, observando a las personas que allí esperábamos, me pregunté qué hacíamos en estas situaciones antes de que se inventaran los teléfonos móviles. Y es que, no sé si es por avanzada edad o porque ha trascurrido mucho tiempo ya, que no recuerdo con que nos entreteníamos en las salas de espera, en los trasportes públicos, en las terrazas de los bares, o cuando nos sentábamos en un banco en el parque sin tener a nuestro alcance un teléfono móvil.