Este verano de jornadas infernales, de bosques y aldeas calcinados, arrasados por el fuego, donde dormir era imposible, se viven momentos curiosos, momentos pintorescos como el que mostramos en esta imagen donde conviven en armonía gentes cobijadas de la lluvia bajo los paraguas mientras a su lado se pasean en bañador o se dan un chapuzón en el mar.