Varela22
Ayer estuve en Boiro, fui a visitar a mi hijo, el sacrificio de hora y media de traslado en coche fue gratificado con una comida sabrosa. Hacía tiempo que no saboreaba una buena centolla. Pude probar, también, pulpo al ajillo, algo que desconocía.
Tras la comida, una sobremesa de paseo por el malecón de la playa, admirando el sacrificio de las mariscadoras que hundidas hasta la cintura cosechaban sus 5 kilos diarios de almejas. Y vuelta a casa.

Hoy retomo las rutinas, los paseos relajados, las charlas en la taberna con Chuco y con Lela, las salidas en chalana a pescar… Y fotos, ir todo el día con la cámara colgando de mi hombro, sin buscar ninguna imagen, pero con la esperanza que la imagen se me presente en el momento más inesperado. Y mientras no llega esa imagen deseada, aquí te dejo la foto testigo de mi estancia en Boiro.