03.22

Amanece el último mes del año envuelto en canciones marianas que brotan de corazones enfervorizados en su amor entrañable a la Madre del Cielo, la Virgen Inmaculada. La novena, con asistencia de congregantes llenos de espíritu de sacrificio, dejaría muy complacida a Nuestra Señora.

La víspera del día de la Inmaculada, reunido el alumnado en la Capilla, se impusieron las medallas a los nuevos Congregantes. Acto seguido fuimos al Salón donde tras proclamar la nueva directiva nos deleitaron con sus habilidades varios alumnos del Colegio de la Gran Vía, presididos por Valiente. También Gómez, Magdalena, Cenis y Albert nos entusiasmaron con el hábil manejo de sus filarmónicas.

Una semana y el duendecillo de nuestra crónica, afanoso de voltear el reloj de arena, nos planta ante los primeros exámenes del curso. Un esfuerzo más, unos apurillos … y de nuevo en vacaciones, unidas a las sanas alegrías que cada año nos trae como divino obsequio el Niño de Belén.

Crónica de diciembre de 1960 en el libro Memoria Escolar 1960-61 del colegio La Salle Montemolín.