Como otros muchos aficionados yo también estoy afiliado a una sociedad fotográfica y ésta, como casi todas, organiza cada año un concurso social, donde cada mes se elige un tema diferente para que se presenten imágenes sobre ese tema.

Uno de los temas de este año es: colores de la naturaleza. Con esta larga cuaresma que estamos padeciendo por culpa de la peste, al menos a mí, me sobra cantidad de tiempo. Me aventuro muy poco al exterior y no visito playas, bares y otros lugares masificados que poco o nada me aportan y, por el contrario, son idóneos para poder contagiarse, de ahí que pase horas interminables enclaustrado tras las paredes de mi casa.

Teniendo tanto tiempo me estoy dedicando a mirar viejas fotografías para observar en que zonas o paisajes hay más colorido y poder planificar a dónde dirigirme para captar imágenes para el tema “colores de la naturaleza”, Curiosamente no es en los campos floridos, como yo creía, dónde más diversidad de tonos y colores se dan, he descubierto que en una pequeña charca de las muchas que se forman entre las rocas de la ribera en la bajamar hay más colores que en un cuadro naif.