El faro, con su luz intermitente que atraviesa la oscuridad, representa la esperanza en medio de la desolación. Sirve de guía a los navegantes perdidos y simboliza la búsqueda de un camino seguro en momentos de incertidumbre.

Los fareros, encargados de mantener la luz del faro, personifican la resistencia frente a la adversidad. A pesar de la soledad, las fuerzas de la naturaleza y el aislamiento deben mantener el faro funcionando siempre. 

Un faro representa la esperanza, la lucha y la conexión con lo humano en un entorno implacable y misterioso.