Hay un fotógrafo español al que profeso una gran devoción que afirma que las buenas fotografías deben ser captadas en los límites. Yo que soy un alumno muy aplicado me he trasladado al límite occidental de la Europa Continental, al Cabo Touriñan, una zona que los antiguos griegos lo denominaban Dutika Mere, que significa tierra de la muerte, lo que hoy conocemos como Costa de la Muerte. Cada atardecer Helios, el sol, se hunde en el Hades, país de los muertos.
La foto, como aconseja el maestro contiene un hito, esta en el límite, pero carece de esa armonía que el consigue con sus imágenes. Tendré que seguir buscando límites hasta dar con uno en el que consiga una buena fotografía.