Siguiendo el ejemplo de César, su hijo adoptivo, Augusto, edificó su foro formando escuadra con el de su antecesor y reservando el extremo preferencial de la plaza al templo que había prometido a Mars Ultor (Marte Vengador) en vísperas de la batalla de Filipos (42 a. C.), donde luchó contra los asesinos de su padre.

Las construcciones empezaron en el año 31 a.C. después de un considerable trabajo de demolición. Treinta años después, en el 2 a.C., el proyecto fue ultimado y se pudo inaugurar.

Por lo pronto, dos novedades quedaron consagradas: el mármol, no sólo griego, sino italiano (de Carrara) como material de construcción y de revestimiento de podios de otras piedras, y el orden corintio canónico, en los capiteles del llamado corintio normal, no excluyente de otras formas.