Siempre se ha dicho que leer es cultura. Yo no lo voy a negar, pero cada día comienzo a tener más dudas. Leer es muy genérico, hay lecturas y lecturas. Cada día el mundo es más competitivo. Las grandes editoriales, los medios de comunicación, los premios literarios de renombre, todos responden a un único patrón: el lucro.
Si las editoriales y los medios de comunicación tienen como finalidad el lucro, cómo es posible que podamos creer que también tienen interés de cultivar nuestra mente.
Tengo conocidos que sólo leen este o aquel diario, porque, según ellos, los otros manipulan. Ese mismo argumento lo utilizan los que leen los otros diarios y dicen que éstos son los que realmente manipulan.
Con las televisiones ocurre otro tanto. En este reino de taifas cada canal televisivo responde a los intereses del partido en el poder, y tratan de desinformarnos cada cual a su conveniencia. Un noticiero en la televisión catalana en muy poco coincide con otro noticiero en la televisión gallega; tampoco coinciden la vasca y la murciana, o la canaria y la balear. No hay objetividad, ni en la información ni en las ediciones de prensa ni de cualquier tipo de libros.
Y no dudo que habrá personas muy avezadas que sepan distinguir lo bueno de lo no tan bueno. Pero yo soy un pardillo, por esa razón he cogido el camino del medio; la no compro periódico alguno, los leo en Internet para comparar las noticias y del diario de la aldea sólo leo las esquelas, y no porque me atraiga la muerte, simplemente me gusta conocer cuando se muere un amigo.
De los libros sólo creo en el criterio de un critico: mi tutora de la tertulia literaria, creo en su honestidad y sus gustos son bastante similares a los míos.