Vilanova.1200

Cuenta la leyenda que Pasífae estaba casada con Minos, futuro rey de Creta, cuyas frecuentes aventuras amorosas le provocaban tremendos celos, que como era muy hábil en las artes de encantamiento, hechicería y astrología, consiguió que el rey Minos no pudiera tener hijos con sus amantes, que además tenían un desgraciado final.

Cuando Minos ascendió al trono, quiso ofrecer un sacrificio a Poseidón, suplicando al dios del mar que le enviase un toro como víctima y éste hizo surgir de las aguas del Mediterráneo un fiero y enorme toro blanco que, tras arribar a la playa, ofreció, con mansedumbre, la cerviz al cuchillo que iba a cometer el sacrificio. Minos, impresionando por la fuerza, la majestuosidad y la belleza del animal, resolvió no sacrificarlo y ofrecer a Poseidón otro toro en su lugar.

Irritado Poseidón por tal ofensa, inspiró en el toro un furor salvaje con el que arrasaba todo cuanto encontraba a su paso por la isla y en la reina Pasífae el deseo amoroso por el toro. Dédalo, que estaba al servicio de la casa real cretense, construyó en madera la estructura de una vaca, la revistió con una piel de vaca auténtica y, colocando a la reina en el interior, consiguió atraer la atención del toro, que no tardó en fecundar a Pasífae. De esta unión nació un extraño ser que tenía cuerpo de hombre y cabeza de toro: el famoso Minotauro.