Hoy se me ha hecho tarde para escribir mi comentario bisemanal, lo intentaré arreglar adjuntando un escrito de hace semanas de título “declaración”, un relato corto, duro y…
—Descríbame los hechos con todo detalle.
—Ayer fue su cumpleaños… nueve años. Para celebrarlo lo llevé a la heladería. Le encantaban los helados de chocolate con naranja. Mientras yo me acerqué a la barra para hacer el pedido, él se quedó sentado en la terraza. Oí el frenazo. Vi como saltaban por los aires las sillas, las mesas… Mi nieto quedó tendido en el suelo. Salí corriendo. Me arrodillé junto a él. ¡Lois! ¡Lois!, le grité. No respondía. Estaba muerto.
Fue cuando me fije en el “Hijo puta”. Se reía. Tenía los ojos rojos. Estaba borracho. La “coca” le salía por las orejas. Cogí una botella rota del suelo. Se la estampé en la cara. Creo que le arranqué un ojo. Volví a clavársela una, otra y otra vez. Sangraba como un cerdo. Ya no se reía. Estaba tendido en el suelo. Le pisé la cara con todas mis fuerzas. Lo pateé. No se movía. Cogí una mesa y con el canto, le golpeé en la cabeza. Oí el ruido del hueso del cráneo al romperse. Me agarraron por detrás. Me separaron…
Eso es todo.