
Garza blanca, orilla quieta,
agua clara, viento leve.
¿Qué busca en su reflejo?
Solo el eco de su queja.
Lago espejo, hondo y frío,
sombra que se desvanece.
El vuelo rompe el silencio,
y el agua sola permanece.
¡Ay, garza, alma perdida!
El lago canta tu pena.
Vuela, vuela, sin regreso,
que la soledad es eterna.