Hoy paseaba por los viveros municipales de nuestra aldea, quería fotografiar la vegetación florida de primavera, pero mira por donde he fotografiado dos hojas secas otoñales. Me ha llamado la atención que, alguien, haya tenido la idea de clavar dos hojas secas en una puerta, quizá tenga algún significado que yo desconozco, quizá sea una suerte de sortilegio para alejar algún infortunio, quizá una indicación de lo que tras la puerta se guarda o, quizá, sólo quizá, sea una forma de quedarse con los curiosos que. como yo, se extrañen al verlo y lo fotografíen.

Sea lo que fuere, aquí dejo constancia de que no sólo se cuelgan de las puertas «corazones de Jesús», aldabas o letreros. Hay gente original que cuelga HOJAS SECAS OTOÑALES.