Nuevo «charme» donostiarra. Calles peatonalizadas para que los bares extiendan sus terrazas al suelo. En las playas el típico inglés de borrachera de Magaluf. Y los alquileres subiendo a las nubes, los pisos a la estratosfera. La ciudad ya empieza a ser inhabitable hasta septiembre. ¿Podremos recuperarla en el otoño?