Combate

Ya llegan los heraldos de la Victoria:
¡La batalla es nuestra! Sigue viendo
en lo alto de la luz, oh patria,
y no cuentes los muertos. Porque por ti,
ni uno solo de más ha caído.

Este bello fragmento de un poeta alemán hacia 1940, idealiza el sacrificio inútil de tanto joven por tan pocos gerifaltes, en guerras en las que mueren los peones y no los reyes.

Y los siervos siguen peleando entre ellos para gloria de los que se llenan la boca con la palabra «patria».