Dicen algunos de mis compañeros aficionados a la fotografía que, cuando llegó la fotografía digital, se resistían a admitir que la fotografía analógica estaba condenada a ser algo residual. Los cambios, todos los cambios producen resistencias. Resistencias que el tiempo se encarga de demostrar su inutilidad, apegarse dogmáticamente al pasado siempre es estéril. La Historia de las tecnologías nos muestra que nunca se dan pasos atrás y que todo avance técnico, tarde o temprano, termina imponiéndose. A la fotografía clásica de hoy parece que también le ha llegado su hora. Nadie lo admite, pero los cambios ya están aquí: los móviles. Yo se que es una osadía, un atrevimiento iconoclasta el afirmar hoy que el móvil va a desplazar a las cámaras, espero que no me lapiden por ello. Pero tiempo, al tiempo y hablaremos.