Aunque aparentemente no lo parezca, yo no soy el vecino al que más molesta el del segundo B, el ecologista. En nuestra vecindad vive un inglés y desde que murió la Reina Isabel II viste de luto, se le intuye triste y apesadumbrado, pero al del segundo B parece que le hace gracia su dolor y cada día le cuenta un chiste nuevo sobre la finada Reina. Ya sabes, uno de esos chistes tan «ingeniosos», de esos que pululan por la redes sociales.
Hoy el inglés le ha llamado listillo, le ha comentado si sabe que una exprimer ministro británica, como Theresa May, ha hecho cola durante más de doce horas para despedir a la Reina. Le ha interrogado si Sánchez, Feijoo, Rufián o Urkullu, o cualquier otro político español, ha mostrado alguna vez en su vida el mismo respeto que May por el pueblo y se han puesto a su lado durante largas horas, sin colarse. Parafraseando a Castelao le ha comentado que sería más saludable que te rías menos de los ingleses y más de los españoles a los que vuestros políticos os mean encima y tenéis que decir que llueve.