Escribo esta reflexión dos horas antes de que dé comienzo la final de la Copa entre la Real y el Bilbao. Y te aclaro que son dos horas antes, porque sin haber comenzado a jugarse el partido, yo ya estoy hasta los bemoles de esta final. Sé que esto no ocurre aquí solamente, sé que ocurre en la mayoría de los países de la geografía europea, que los políticos de todos estos países aprendieron bien la lección de los padres de la civilización occidental que afirmaban que para conseguir tener un pueblo de borregos sólo había que ofrecerles dos cosas: pan y circo.

No importa que cada día mueran en Euskadi más de 10 personas víctimas de esta peste asesina, ni que nuestros nefastos políticos no nos vacunen, ni que el paro, la pobreza, incluso, el hambre esté creciendo exponencialmente, lo importante es quién gana la final.