Ha llegado el verano y con él los veraneantes, las vacaciones de los niños y su regocijo, las vacaciones de sus padres y su desconsuelo, el bullicio en las calles, el atiborramiento de las playas, la saturación de bares, terrazas y restaurantes y para colmo de todos estos males, nuestros políticos se han enzarzado en sus aburridas peleas, en el bombardeo de mentiras tratando de engañarnos para que este domingo les votemos.