Iba a escribir que hoy me ha “cogido” un chubasco, pero sé que a mis amigos latinos esa expresión les resulta malsonante, para ellos la acepción más común del verbo “coger” es la de fornicar. Ellos dirían me ha “agarrado” un chubasco, pero aquí el verbo agarrar tiene una connotación más manual, así que si no os parece mal diré que hoy en mi paseo matutino me ha pillado un chubasco que me ha dejado… “pingando” (Pingar es una palabra gallega que significa gotear, pero que expresa muy bien la situación de una persona que esta mojada desde cabeza a los pies).
Decía que hoy en mi paseo matutino me ha pillado un chubasco que me ha dejado pingando y me he visto obligado a buscar cobijo bajo un árbol (Ya, ya sé que es peligroso, pero como no había tormenta, no corría riesgo alguno). Pero como estamos en otoño y el árbol ya ha perdido sus hojas y su capacidad de dar cobijo e impedir que me mojara. Como el viento arreciaba del noroeste, me he colocado en el lado opuesto para al menos protegerme lateralmente. Estando allí mi mirada se ha posada en la acera, en un enorme charco que estaba a mis pies y que, como un gran espejo, reflejaba la decadencia de este otoño moribundo que pronto dará paso al invierno.