Un dolmen, que en bretón quiere decir ‘mesa grande de piedra’, es una construcción megalítica que generalmente está formada por varias losas clavadas en la tierra en vertical y una o más losas colocadas sobre ellas. El conjunto conforma una cámara rodeada por tierra y/o piedras que cubren las losas verticales formando una colina artificial o túmulo, a la que se atribuye la función de sepulcro colectivo.
Estas estructuras fueron construidas durante el neolítico y el calcolítico y son frecuentes en Europa Occidental, sobre todo en la franja atlántica, donde se cuentan por miles, aunque casi de la mitad de los dólmenes conocidos están en Corea. También hay en India, Cáucaso, Israel, Siria, Irán, Jordania, Túnez, Somalia, Rusia. Parece que esta cultura no se extendió por América ni en Australia.
El dolmen del Alto de la Huesera, desde el cual se puede ver la villa de Laguardia ha sido restaurado y descansa placentero rodeado de viñas.