Antes que te derribe con su hacha el leñador,
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino árbol,
quiero captar con mi cámara
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera también,
hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Antonio Machado